El haikai o haiku tradicional consta de 17 moras (unidad lingüística de menor rango que la sílaba) dispuestas en tres versos de 5, 7 y 5 moras, sin rima. Suele contener tanto una palabra clave denominada kigo (季語, 'kigo'?)(cuarto idioma), que indica la estación del año a la que se refiere.Tradicionalmente el haiku, así como otras composiciones poéticas, buscaba describir los fenómenos naturales, el cambio de las estaciones, o la vida cotidiana de la gente.
En tu risa vi
la flor gris de tu alma
que despierta.
(Gonzalo Álvarez)
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Los grillos cantan
los capullos se abren
el sol despierta
(Estefanía Loisa)
Las mariposas
cada una en capullos
están en el sol.
(Conie Espiñeira)
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El tiempo pasa
de ser simples capullos
a ser insectos.
(Julián Morano)
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La mariposa
de color roja está
y brilla mucho
(Florencia oranzo)
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cuentos extraños
Extraña experiencia
Era un viernes por la noche, yo bajaba del tren en la estación de Villa Ballester, me dirigí por la calle lateral a las vías para llegar hasta la calle Pueyrredón, era una calle muy oscura y casi no había gente en el lugar. De repente un juego de luces parecía caer del cielo. Me quedé estático, no entendía qué sucedía. De inmediato una inmensa nave espacial pasó frente a mí. Mi parálisis fue total, en términos de segundos una puerta se abrió y un pequeño extraterrestre se deslizó por una pequeña escalera. Tenía apariencia de niño pero era adulto, su pelo era blanco y de baja estructura. Me hipnotizó y sin darme cuenta aparecí adentro de la nave espacial. En su nave me llevó en sólo pocos minutos a conocer otros mundos y hasta fuimos a la Luna. Esta no me gustó mucho era demasiado árido y tenebrosa, siempre parecía de noche. Este pequeño extraterrestre era un ser muy inteligente podía adivinar mis pensamientos, hipnotizar a la gente y manejar el ovni de una manera espectacular. Me decía que nosotros éramos seres egoístas que conocíamos pocos del amor al prójimo y si seguimos así nuestro planeta se iba a destruir. La misión era humanizar el planeta. Fue así que me llevó a un planeta extraño donde no existían países ni el dinero y sólo prevalecía el amor.
No existía el sufrimiento eran seres más evolucionados. El pequeño extraterrestre me mostró este lugar para que viera cuánto nos falta en el planeta Tierra. Súbitamente aparecí en Villa Ballester. No había rastros del ovni ni del pequeño extraterrestre, sólo había una marca en la calle. Eran dos alas y una carita en el medio. Era el mismo símbolo que el extraterrestre tenía en su pecho.
Todo fue muy raro pero estoy seguro de que fue real. Muchos decían de mi palabra pero yo sólo sé que lo que viví fue una experiencia inolvidable.
Mariano Conci
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